CARTAS AL CIELO 
24 de Septiembre 2024
La vida nos enseña 
a ver las cosas desde diferentes perspectivas, 
cuando somos niños, 
todo nos asombra, 
todo es mágico, nuestro papas son los mejores, nuestra vida es maravillosa por muy mala que sea, somos niños, no tenemos otro mundo más que nuestra familia.
En la adolescencia, vamos al lado contrario, nuestros padres no saben y no nos entienden, llegando a odiar al que nos pone límites, y si tenemos un padre, que es un colega mejor que mejor.
Con la adultes comienza el cambio, nos damos cuenta que el padre colega, nos dejó huerfanos(dejó de ser padre y guía, para ser nuestro amigo). 
Luego las distintas cosas que nos pasan en la vida, nos hacen entender que los límites y las enseñanzas son necesarias en esta vida para poder llevar una vida plena, pero tenemos que tener madurez para entender. 
Papi del cielo, también contigo pasa lo mismo, necesito la madurez necesaria para afrontar el proceso, cuando recién tenemos una comunión contigo, todo se vuelve maravilloso, atractivo, todo lo que nos pasa nos sorprende.
Cuando viene el periodo de adolescencia espiritual, nos volvemos contestones, enfadicas, 
nos decepcionamos y creemos que todo lo sabemos, en esta rebeldía nos quedamos la mayoría que Te conocemos, en esta etapa es que muchos nos apartamos de Ti, aún estando en la iglesia, en esta etapa nos estancamos, pensando que Tu no eras lo que creía. 
Más cuando superamos esta etapa, cuando somos capaces de llegar a la adultes, entonces nos damos cuenta que era necesario el proceso, porque nuestro carácter, nuestra forma de ser, nuestra manera de ver las cosas en este punto es diferente, algunas cosas las entendemos, otras aún no pero sabemos como nos amas, como buscas siempre mi bien, como cuidas de mi, como me proteges.
Las cosas comienzo a verlas con Tus ojos.
La mente del Tate mayor está en mi.
Veo las cosas por sus ojos, vivo tranquila y confiada, todo cambia en mi interior, pudiendo afrontar las cosas de forma diferente. 
Yo quiero darte gracias por todas y cada una de las circunstancias que he tenido en mi vida, porque cada una de ellas han forjado quien soy hoy, cada una de ellas me han hecho madurar y convertirme en adulta.
Quiero crecer más en Ti, quiero llegar al lugar donde Tú me quieras llevar.

Buenos días, feliz martes

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