CARTAS AL CIELO 

8 de Septiembre 2024

Hubo un hombre

que anduvo por la tierra 

Un hombre que trajo la esperanza 

Un hombre que cambió todo el sistema religioso de la época 

Un hombre que no hundía al desamparado

Un hombre que curaba a los corazones heridos

Un hombre que traía consuelo a los quebrado

Un hombre que sanaba a los enfermos

Ese era, ese es Jesús de Nasaret, 

ese que enfrentó a los religiosos con su verdad, solo tenéis fachada, por dentro estáis muertos, ese que levanta a los caídos, ese que ubico a los desubicados, les enseño su lugar, ese que a personas sin destino, sin futuro les dio un lugar, les dio paz y esperanza, ese que levantó nuestra cabeza y nos puso corona de honra, ese que aún sabiendo mis defectos e imperfecciones fue capaz de morir por mi en la cruz, a ese es que quiero servir, a ese es quien dedico mi vida, ese es el anhelo de mi alma.

No hay nada que pueda compararse a Ti y a Tu amor por mi, nada que me pueda satisfacer, aún cuando pronunció Tu nombre mi alma tiembla: Jesús, mi Tate mayor, mi abrigo, mi esperanza, deseo ser como Tu, seguir Tus pasos, cambiar la historia de tantos a mi alrededor que están como yo estaba, sin rumbo, sin destino, sin esperanza, sin salida.

Enseñame a moverme, enseñame a ver más allá de lo que ven mis ojos, enseñame a morir cada día para que seas Tu viviendo en mi.


Buen domingo

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