CARTAS AL CIELO
8 de Agosto 2024
Dante escribió en la Divina Comedia:
"La paciencia es el mejor remedio para todas las enfermedades del alma"
David decia:
"Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos"
La paciencia es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.
La resignación es
renunciar a cambiar las circunstancias y conformarse con lo que sucede, a pesar del daño que pueda causar.
Existe un gran diferencia entre estas dos actitudes.
La paciencia espera el fin esperado, con alegría y con esperanza, sabiendo que Aquel que prometio cumple Su palabra.
La resignación nos conforma a la situación pero mata la esperanza y te hace creer que las cosas siempre van a ser igual, trayendo desencanto y tristeza a tu vida.
La paciencia y la esperanza son aliadas, la una alimenta a la otra y juntas en el alma hacen que podamos tener una espera productiva, puesto que nuestro centro no será lo que estamos esperando, nuestro centro será la obediencia y la rendición a Aquel que nos ha hecho la promesa.
Los tiempos, las razones, las circunstancias, solo las conoce Papa, El nos lanza la promesa, El nos habla de nuestro futuro y luego nos mete en un camino para prepararnos para esa promesa, eso fue lo que ocurrió con Abraham(25 años entre la promesa y el cumplimiento) con José (13 años) con el clamor de libertad del pueblo de Israel en Egipto (81 años aproximadamente).
Sabemos que todas las promesas son en El "si y amen" pero tenemos que medir en qué esta nuestra alma en la paciencia o en la resignación, la paciencia nos lleva hacia la meta y mientras nos prepara para el peso de gloria, la resignación nos lleva al desespero, la frustración y la desesperanza.
¿Que tengo en mi alma? ¿Con qué la estoy alimentando?
¿Con paciencia o con resignación?
Feliz jueves
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