CARTAS AL CIELO 

17 de agosto 2024

Isaías 53:4-5

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 

 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 

Cuando tu cuerpo está enfermo acudes al médico, le explicas tus síntomas y te manda unas medicinas o bien te envía a un especialista en esos síntomas que presentas para ver si el puede dar con lo que tienes, se investiga con diversas pruebas y te mandan un tratamiento. 

Cuando estas enfermo del alma ¿donde podemos ir? ¿a dónde podemos acudir?

El alma enferma por las diversas situaciones que pasamos por la vida, alguna de ellas son tan malas y destructivas para nosotros que no somos capaces de enfrentarnos a ellos y nos dejan una brecha, una rotura imposible de sanar, ¿como vivimos estas situaciones?

Estas palabras dichas por el profeta Isaias nos enseñan que el precio que teníamos que pagar por nuestra rebeldía, por nuestro dolor, aún por nuestras enfermedades físicas ya ha sido pagado.

Cuando nuestra alma sufre, sufre todo nuestro ser, muchas veces sufrimos más por nuestra mente, por nuestro pasado, por nuestros fallos que por las enfermedades físicas y no nos damos cuenta que ese dolor ya está sanado por el gran médico del alma, que para que pudiéramos gozar de una paz incomprensible El sufrió un castigo, que en Su llaga esa que aún sigue abierta por nosotros hemos sido sanados, que nuestra rebelión ha sido olvidada, que podemos vivir plenamente sea cual sea nuestra situación. 

Porque nuestra alma que está incompleta, ya ha sido completada por Aquel que se entregó por nosotros. 

Feliz sábado

Comentarios

Entradas populares de este blog

CARTAS AL CIELO