CARTAS AL CIELO 

16 de Julio 2024

En mi andar cada día

me di cuenta que necesitaba un cambio,  cada cambia lleva su proceso propio, yo no sería menos, 

En muchas ocasiones me vi sumergida en el pantano del desaliento,  los lodos estaban formados por miedos, dudas y fracasos. 

Creí que de allí no saldría pero clame pidiendo Socorro y Socorro vino me sacó del lodo de las dudas, me limpio y de esta extraña forma comencé a enfrentar mi viaje de peregrinaje a la ciudad celestial,  no sin antes limpiarme del lodo de la duda y desespero,  llevaba una mochila bien grandote, cargada de egoísmo,  rencores, dualidad y maldiciones. 

Aunque limpia,  el viaje se volvía insoportable,  pues cada día más, pesaba la carga a mis espaldas. 

Clamando: "por favor quítame carga", tuve que aún andar con ella durante un periodo de tiempo. 

Después de un tiempo note que la carga que llevaba en mis espaldas se hacía más ligera pero me di cuenta que no era mi propia carga,  era la que Jesús puso en mi, una carga que se adaptaba a mi y me resultó ligera,  entonces me di cuenta que era lo que yo necesitaba para poder sacarme esa mochila llena de emociones que solo me dañaban.

Gracias te doy Jesús,  mi buen pastor, por dejar aún mi carga sobre el hombro, pues dices que es bien ligera tu carga, aunque yo pienso: " esto carga, me pesa demasiado" 

Buenos días 

Feliz martes 


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