CARTAS AL CIELO
30 de Mayo 2024
Cuando José fue vendido por sus hermanos pensó que era su final.
Cuando Moisés mató al egipcio huyó muy asustado.
Cuando Daniel se enfrentó al foso de los leones estuvo dispuesto a dar su vida.
Todos ellos tuvieron experiencias muy fuertes, todos ellos vieron como su vida se acababa, todos ellos después de la experiencia forjaron carácter.
En el caso de José y Moisés fue poco a poco, como una semilla que se siembra, la planta de experiencia, va creciendo hasta que da el fruto esperado a su tiempo, para José gobernador de Egipto, para Moisés el que liberto al pueblo de esclavitud.
El caso de Daniel fue diferente, ya tenía carácter forjado cuando fue cautivo, el caso de Daniel fue solo envidia de aquellos que deseaban su posición en Babilonia y querían conseguirlo con su astucia.
Los tres prosperaron donde se supone que no debían prosperar, José gobernador de Egipto, Moisés príncipe de Egipto, Daniel gobernador de Babilonia.
Eran cercanos a la máxima autoridad de estos lugares y fueron influencia para ellos.
Papi, yo no entiendo muchas veces, me enfado y reniego del proceso, no quiero pasar por ello, pero el proceso me lleva a mi destino, el proceso me forja el carácter, el proceso es la calle recta a mi meta.
Sin proceso no hay experiencia, sin experiencia mi carácter es débil y delicado, tengo una piel fina y un corazón de bronce, con lo cual soy hipertetrasensible, el aire que me roce me dolerá, siendo incapaz de enfrentar cualquier problema por pequeño que sea.
Tu me has llamado a ser reina, me has llamado al sacerdocio, pero con Tus formas y Tu carácter, necesito el proceso, necesito pasar por las aguas y tratarlas, pensando que me ahogo y saliendo de ellas, pasar por el fuego pensar que me quemó y que ni mi ropa huela a humo, necesito aprender del proceso, necesito aprender de Ti.
Se Tu mi guía, se Tu mi maestro, toma mi mano y guiame por las sendas de Tu vida.
En el nombre de Jesús
Buen Jueves
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